Add parallel Print Page Options

31 pues querían matarlo. Pero se dio aviso al tribuno de la compañía, de que había mucho alboroto en la ciudad de Jerusalén, 32 y éste tomó soldados y centuriones, y se fue tras ellos. Cuando la gente vio al tribuno y a los soldados, dejó de golpear a Pablo. 33 Entonces llegó el tribuno y lo aprehendió, y ordenó que lo encadenaran; luego le preguntó quién era y qué había hecho.

Read full chapter